Cap99 - SISTEMAS CONSTRUCTIVOS II: CUBIERTAS │ "Funcionamiento de las cubiertas de madera más usuales"
En mayor y menor medida la carpintería histórica se ha referenciado documentalmente desde los grabados de la catedral de Teruel a fines del siglo XIII hasta los Tratados de Carpintería de lo blanco ya en los siglos XVII y XVIII. El rico patrimonio en madera en: artesonados, retablos, carpintería de puertas, ventanas y armaduras estructurales que se conserva en España da muestra de la importancia del oficio del carpintero dentro de la construcción. Más que un oficio, un arte que ha sabido valerse de las propiedades de la madera para proteger y engalanar nuestro patrimonio.
Y dentro de este patrimonio la arquitectura popular ha empleado con humildad pero sabiduría la madera hasta bien entrado el siglo XX. Alzando la vista hacia las cubiertas más usuales dentro de la arquitectura popular manchega encontramos diseños que, más allá de su apreciada o denostada estética tradicional, encierran un funcionamiento y distribución de cargas interesante.
Las cubiertas de madera se disponen de manera que consigan una pendiente suficiente para la evacuación de agua y permitan cubrir una luz necesaria con el menor material posible. ¿Cómo se consigue dar respuesta a estos condicionantes? Veamos algunos ejemplos.
Normalmente denominada de pares consiste en pares de madera colocados sobre dos muros en cumbrera y alero. Se emplea en pequeñas construcciones con escasa luz o en porches de madera. Únicamente trabaja a flexión y un exceso de luz provocarían empujes laterales inasumibles.
Cubiertas a dos aguas:
En la cubierta de pares ya hemos avanzado algo sobre empujes laterales y flexión. Para cubrir luces mayores es necesario optimizar el material y formar distintos faldones en pendiente que evacuen el agua hacia más de un lado. Para ello la referencia es el triangulo. Un triangulo tiene una geometría que lo hace indeformable y se adapta a los condicionantes referidos.
La traducción del triangulo en la arquitectura es la cercha, cuyo tipo más sencillo es la cercha de par y tirante. Los pares se disponen con una pendiente de 30º sobre la horizontal articulados a media madera en cumbrera y partiendo la luz a la mitad. La carga transmite un esfuerzo de flexión pero será el esfuerzo de compresión la clave para entender la estabilidad del sistema. El esfuerzo de los pares que acabarían abriendo el muro son absorbidos por el tirante que abraza y cierra la cercha absorbiendo el esfuerzo de tracción. Las uniones tradicionales a media madera y con rebajes hacen un conjunto estable.
Aunque el más común es el par y tirante no es dificil encontrar tipologías similares como: par e hilera o par y nudillo. En el primer caso una viga en cumbrera sirve para el apoyo de los pares de madera y en el segundo caso un puente o nudillo intermedio refuerza los pares de la cercha de la flexión.
Con estos sistemas es sencillo cubrir luces de hasta 4 metros por lo que en la mayoría de viviendas rurales y urbanas tradicionales encontramos esta cubierta.
La viticultura y almacenaje de cereal precisa de naves con mayor luz para alojar tinajas y cereal a las que se le han dan dado desde soluciones abovedadas en ladrillo hasta las mas habituales como son las cubiertas de madera. La cubierta de madera más empleada en este uso es la cubierta de dos aguas con cerchas a la española. A la cubierta de par y tirante se incorpora un pendolón que baja desde la unión de los pares en cumbrera hasta el tirante (sin tocarlo) y 2 tornapuntas que parten desde la mitad de los pares y son recibidos por el pendolón en su base. El objetivo de los tornapuntas es trabajar a compresión absorbiendo parte de la flexión de los pares y transmitirlo al pendolón que trabajará a tracción dando estabilidad al sistema. El pendolón no apoyará sobre el tirante, ya que este está diseñado para absorber tracción, no la flexión, pero una unión metálica abrazará ambos elementos para evitar alabeos del conjunto de la cercha.
Con cerchas a la española podremos cubrir luces de hasta 12 metros.
En otros casos la apariencia de una gran cubierta de despieza de manera más sencilla empleando muros de carga intermedios. El empleo de crujías intermedias permite divisiones intermedias en los casos que no es necesario espacios diáfanos o no hay recursos para ello. Un caso habitual son las casillas o quinterías del medio rural que dan apariencia de una gran cubierta que analizada estructuralmente se compone de una cubierta de par y picadero consistente en pares dispuestos desde ambos aleros y apoyados en un muro intermedio más alto que hace de cumbrera. Se consigue una cubierta de más de 6 metros de ancho dividida interiormente en 2 crujías de 3 metros.
Cubiertas a 4 aguas.
Aunque no muy habitual encontrar este tipo de cubiertas son en las que el carpintero modesto demuestra su habilidad y conocimiento de los esfuerzos y da solución material de manera eficaz. En el siguiente caso esta cubierta a 4 aguas está formada por pares diagonales y centrales que confluyen en un pendolón central. Los pares descargan su esfuerzo sobre un estribo perimetral atirantado por un doble tirante en ambos sentidos y unas esquinas reforzadas mediante cuadrales y aguilones, que atan y abosorben los esfuerzos de tracción entregados por los pares, ensambladas mediante uniones tradicionales de gran pericia y conocimiento de los esfuerzos existentes en cada elemento. El pendolón central, que recibe el conjunto de pares en su parte superior, esta abrazando en su base por los dobles tirantes y ello facilitó el montaje de la cubierta. Ingenio y buen hacer en las modestas torrecillas manchegas.
Como hemos visto las cubiertas de madera en La Mancha son algo más que un elemento estético y pintoresco dentro de la arquitectura tradicional. Las cubiertas de madera, sus perfiles, uniones, diseños esconden el buen saber hacer de oficios ya casi perdidos y que quizá comprendiendo su funcionamiento sepamos valorar estas cubiertas que se desploman en nuestro entorno bajo la indiferencia.
El primero de cañizo es muy bonito. A ver si pudiera hacer yo algo parecido!
ResponderEliminarY el último también es de cañizo, pero con mucha cal. Espero que te haya servido esta visión general de las cubiertas por La Mancha para ese bonito proyecto que tienes entre manos.
EliminarBonita entrada. Seguro que hay muchísimo patrimonio aún por descubrir.
ResponderEliminarBuenas, en la cubierta de par y nudillo, solamente apuntar que el nudillo trabaja a compresión, no a tracción, ya que se coloca para evitar la flexión de los pares.
ResponderEliminarCierto Javier, craso error. Le pongo remedio ahora mismo.
EliminarDisculpa la tardanza en responder al comentario pero no me llegaban bien las notificaciones.
Saludos.
Hola David y Javier, justo una observación, la cubierta que llámais de par y nudillos en realidad no es de pares y nudillos, sólo son cerchas primitivas que además llevan un nudillos para evitar la flexión de los pares como bien observa Javier.
EliminarDe hecho falta la hilera y además no hay pares, sólo correas.
Un abrazo, viva la carpinteria de armar . Loris de Bioconstruccionlosguindales